Sueño
forajido empeñado en tirar abajo la paz taciturna del “me rindo”.
Ha dejado al
descubierto una ausencia llena de melancolías y recuerdos.
Sueño
poderoso, capaz de hacer sentir el miedo en el cuerpo, de calar el frío hasta
el tejido ausente.
Borrosa visión
que nubla el pensar y azota el razonar.
Aléjate de
este soñador, espíritu trovador que haces cimbrar los recodos del olvido.
Sin embargo,
desvarío malsano, el vuelo ha sido placentero sobre la tierra del ayer.
De ese ayer
que no consideraba futuro, de esa realidad apagada, de secos ríos de juicio.
Anhelar es
una capacidad ausente, solo queda el sueño inconsciente que teje la duda en un
ser inerte.